El mundo está en crisis por la pandemia del COVID-19, y una de las actividades económicas que mayor impacto negativo ha tenido en sus ventas es la de la venta de libros en tiendas físicas.
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El rebrote: Un factor más del problema de librerías cerradas
Si bien el mercado de la venta de todo tipo de libros se ha volcado hacia el lado de la venta de manera virtual y a distancia, las tiendas de libros cuentan con cargas sociales y empleados que están sufriendo esta merma significativa en las ventas.
De allí surge la pregunta: ¿Las librerías tendrán el mismo destino incierto que llevó a la extinción a los videoclubs y las tiendas de vinilo? El panorama parece ser difícil para este sector, que no en los que la venta en las tiendas físicas es solamente una parte.
También están sufriendo los embates de la baja en las ventas de libros los editores, ilustradores y muchos otros trabajadores que forman parte de esta industria que sufre un significativo detenimiento desde que la epidemia ha avanzado a nivel mundial.
El debate está abierto y la pregunta esencial es si se debe a tomar a la cultura como primera necesidad.
Las tiendas físicas para poder comprar todo tipo de libros se encuentran cerradas y con ellas, la actividad ha sufrido una baja significativa en ventas que no ha podido nivelar las ventas online.
Con la baja en casos de COVID-19 que se estaba dando en toda España, los organismos de sanidad y seguridad e higiene habían dado marcha atrás en determinadas restricciones severas y que tenían que ver con una medida higiénica frente a la propagación de casos, permitiendo la realización de actividades culturales y otro tipo de eventos, cumpliendo con todas las normas de seguridad requeridas.
¿El porqué de nuevo este problema?
- El problema surgió durante las últimas semanas, cuando se comenzó a vivir un rebrote en casos positivos de este virus y por lo tanto, también un detenimiento en la progresión hacia una nueva normalidad.
- Las tiendas de ventas de libros son de las que más se ven afectadas en este paso hacia atrás, ya que todo indicaba que la nueva normalidad le daría paso a la apertura de las librerías, pero este retroceso hará que continúe el receso comercial que está sufriendo este sector.
- A partir de esto se plantean una serie de interrogantes, entre los cuales está la premisa principal de este artículo.
- ¿Podrán soportar las librerías esta caída en su economía que lleva ya varios meses y que parece no detenerse frente a las nuevas medidas de seguridad implementadas que no permiten su apertura?, ¿Correrán estas la misma suerte que los videoclubs o las tiendas de vinilo en las últimas décadas?
- Es sabido que las librerías no son solamente las que se ven afectadas dentro de este sector. Existen muchos otros participantes en esta industria, entre los que podríamos destacar a los mismos escritores, que sufren la disminución de las ventas, así como también ilustradores y editores de los libros, como quienes los imprimen o distribuyen entre otros.
- Todas estas personas son las que sufren el detenimiento de la venta física de libros, que frente a los nuevos casos de COVID-19 parecen haber vuelto a la incertidumbre de no saber con exactitud cuándo podrán volver a abrir sus puertas al público y esto es realmente preocupante.
El panorama es poco alentador para las librerías
- No son solamente los dueños de las librerías y cuya actividad se encuentra en una baja significativa por el respeto a los protocolos para el no contagio, sino que los que reflexionan acerca del futuro incierto y la posibilidad de tener que cerrar las tiendas de ventas de libros para siempre.
- Determinadas autoridades relacionadas con la actividad, también expresan un clima desalentador. Tal es el caso de Juan García Villadeamigo, que ha sentenciado que todo este conflicto alrededor de este virus pandémico “está matando a las librerías”.
- Se ha realizado un estudio y que tuvo como participantes a más de mil librerías de la península ibérica, en la que se ha llegado a la conclusión que desde el comienzo de la expansión por todos los continentes del Coronavirus, estas tiendas no han llegado ni siquiera a vender un cuarto de lo que podrían haber vendido.
- Esto se debe a que una vez que ya se sorteó el confinamiento en este país, las librerías han tenido que respetar una gran cantidad de protocolos, entre los cuales se encuentra el aforo limitado y la distancia física que tiene cualquier otro comercio, pero que ha afectado significativa y particularmente a las librerías.
- En el caso de los editores, estos son junto a los dueños de las tiendas de venta de libros quienes más impacto han tenido con respecto a la baja en las ventas.
- Según explican los mismos editores, en los primeros momentos de la pandemia se había previsto la caída en las ventas que significaría el paso del COVID-19, pero no habían previsto que esto tendría un rebrote y que las medidas de seguridad continuarían aún en estos meses de verano.
Esto tiene que ver en parte con la caída notoria de las ventas en las librerías físicas, pero también es una tendencia que se venía dando anteriormente por el crecimiento del comercio electrónico, que si bien antes de la pandemia registraba alzas importantes, cuando no se permitió circular estas han subido a grandes niveles.